Jacinto, más conocido como Zircón rojo.
Leamos las palabras de santa Hildegarda:
“El jacinto nace del fuego a primera hora del día cuando el aire tiene un calor suave; es más del aire que del fuego y a veces, a causa del aire que contiene, siente el aire y su calor, pero también es igneo porque se engendra con fuego”
Recordamos que Santa Hildegarda fue encerrada en un convento a la edad de 10 años, alrededor del año 1000d.C., y que lo único que aprendió fue para salmodiar los salmos y que toda su vasta obra fue dictada a una monja y a un cura.
Quiero recordaros que un Zircón no tiene nada que ver con una circonita ya que esta última es sintética, es a decir creada en laboratorio mientras que el Zircón es una piedra natural, considerada la más antigua de la Tierra.
Santa Hildegarda dice que si alguien tiene “calígine” (niebla) en sus ojos, tiene que poner un jacinto al sol que se calentará muy deprisa y en seguida hay que mojarlo con saliva y ponerlo en los ojos, que sanarán.
Otro remedio aconsejado por la Santa:
“ Si alguien está hechizado por fantasmas o formulas mágicas y está perdiendo el juicio, tiene que tomar pan candeal caliente y rebanar la corteza superior en forma de cruz, pero sin cortar completamente el pan y rezar a Dios para que le libere de esta demencia y que coma el pan de cerca de la ranura por la que se restregó el jacinto”
Es muy interesante ver como hace más de 1000 años había interés para la gemoterapia al igual que ahora.
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