según santa Hildegarda de Binguen
Leemos las palabras de la santa: “ El zafiro es caliente y crece según el tiempo de mediodía, cuando el sol arde tan fuertemente que el aire está un poco obstruido por su ardor, y entonces el esplendor del sol, del mucho ardor que tiene en este momento, transverbera de tal modo el aire que no aparece entonces tan plenamente como cuando el aire está algo templado. Y el zafiro es también turbio y más ígneo que aéreo o acuoso, y simboliza el pleno amor y la sabiduría…
El hombre que tiene una excrecencia en la conjuntiva, que sostenga en mano un zafiro y lo calienta en el fuego y toque la excrecencia con la piedra mojada por tres días y tres noches, el pellejo disminuirá o desvanecerá… El hombre que está paralizado por la gota, ponga esta piedra en la boca y cesará la gota…
También el hombre que desea tener buena inteligencia y buen conocimiento, al levantarse cada día ponga un zafiro en su boca, mientras está en ayunas, manténgalo un ratito hasta tragar suficiente saliva mojada por la piedra. Después sacar la piedra de la boca, calentar un poco de vino y sostener el zafiro al vapor del vino para que la piedra sude. Lamer esta humedad con la lengua…y así tendrá pura inteligencia y también sanará su estomago… Y quien está encolerizado, ponga un zafiro en su boca y la ira se extinguirá…Y si un hombre está poseído por un espíritu maligno, que otro hombre ponga el zafiro en la tierra, recoja la tierra en una bolsita de cuero y se la ponga al cuello del poseso diciendo:
- Oh tú, espíritu inmundo, vete rápidamente de este hombre como rapidísimamente primera caída en tu te abandonó el esplendor de tu gloria…
…
Y si el diablo instigara una persona para obligar a otra a dejarse amar, en contra de su voluntad, la victima de este amarre no deseado tiene que verter tres veces vino sobre un zafiro diciendo cada vez:
- Yo vierto sobre ti este vino en tus ardientes fuerzas lo mismo que Dios te quitó tu esplendor, ángel pecador, para que quite de mí el amor ardiente y libidinoso de este hombre (mujer).”
No sabemos con ciencia cierta si la santa se referiría al zafiro o al lapislázuli. En los Alpes del Tirol, no tan lejos de Binguen, se puede encontrar el bonito corindón azul que llamamos zafiro.
Nosotros sabemos que el zafiro es una piedra asociada al chakra 6, o tercer ojo, el que nos pone en contacto con el plano Akásico (en sánscrito significa éter), y que es la unión con Dios, el conocimiento, la espiritualidad, la religiosidad (cuando el C4 está abierto se abre el C6). Es el chakra de la intuición, del principio femenino, del hemisferio derecho completamente desarrollado. Imaginación, libertad, fluidez, conocimiento, sabiduría, inteligencia, clarividencia y intuición.
Las piedras que desarrolla y centraliza la energía de este chakra son de profundidad y de visión.
La religiosidad es volver dentro de si mismos para volver al verdadero Ser.
Bibliografía: Santa Hildegarda de Binguen – El libro de las piedras que curan
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